Coca-Cola cake

    Cuando me topé con esta receta, lo primero que me llamó la atención fue su buena pinta y el hecho de que llevara Coca-Cola entre sus ingredientes. Una vez que ya la he hecho, y la he probado, os diré que nunca he tomado una tarta con esta textura tan tierna, aterciopelada diría yo. Y después de mucho leer he descubierto que se debe al agua carbonatada de la Coca-Cola en combinación con el resto de ingredientes, entre ellos las nubes o marshmallows. Por lo que no esperéis una tarta con sabor a este archi popular refresco, sino una tarta de chocolate con una textura incomparable con otras, sorprendente y un sabor espectacular.

INGREDIENTES:
BIZCOCHO:
- 240 gr de harina
- 1 cucharadita de bicarbonato
- 300 gr de azúcar
- 225 gr de mantequilla
- 75 gr de nubes
- 20 gr de cacao puro en polvo sin azúcar
- 215 gr de Coca-Cola
- 1/2 taza de buttermilk (108 gr de leche más 1 cucharadita de vinagre)
- 2 huevos
- 2 cucharaditas de aroma de vainilla
COBERTURA:
- 55 gr de mantequilla
- 35 gr de Coca-Cola
- 1 y 1/2 cucharadas de cacao puro en polvo sin azúcar
- 225 gr de azúcar glass
- 1 cucharadita de aroma de vainilla
- 50 gr de nueces picadas


PREPARACIÓN:
   Tamizamos la harina junto con el bicarbonato y la mezclamos con el azúcar.
Ponemos en un cazo la mantequilla con las nubes y calentamos a fuego medio hasta que se deshagan.

Retiramos del calor. Añadimos el cacao y removemos hasta que se disuelva. Reservamos.

Agregamos a los ingredientes secos (harina y azúcar) la Coca-Cola, el buttermilk, los huevos y la vainilla. Mezclamos bien.

Lentamente le añadimos la mezcla reservada de chocolate.

Vertemos esta mezcla en el molde elegido, previamente engrasado.

Introducimos en el horno que habremos precalentado a 180º y horneamos durante unos 45 min (hasta que al introducir el palillo en el centro, éste salga limpio).

Lo dejamos enfriar sobre una rejilla y mientras elaboramos la cobertura.
Vertemos en un cazo la mantequilla, la Coca-Cola y el cacao y calentamos, removiendo, hasta que hierva.

Separamos del calor y añadimos la vainilla, y lentamente vamos incorporando el azúcar glass batiendo para que se disuelva perfectamente y no quede granulado.

En ese momento desmoldamos el bizcocho dándole la vuelta, estará aún caliente, pero ya se podrá manipular sin quemarnos.

Echamos por encima la cobertura caliente y espolvoreamos con las nueces.

El pastel se debe servir  templado o a temperatura ambiente.

Os aseguro que es una auténtica delicia para el paladar.