Banoffee pie

    Cuando mi marido me enseñó el video de un cocinero francés haciendo esta tarta pensé, esto lo tengo que hacer si o si. Tenía una pinta estupenda, era muy fácil de hacer y encima todos los ingredientes nos gustan mucho en casa. Después investigando en internet he descubierto que, en realidad, es un postre inglés y de relativa reciente creación, los años 70. Cuando leáis los ingredientes pensaréis que debe ser una tarta pesada, pero os sorprenderá cuando la probéis porque el plátano crudo la aligera bastante. Está realmente buenísima!!!

INGREDIENTES:
- 200 gr de galletas María
- 100 gr de mantequilla
- 3 plátanos grandes
- 400 gr de dulce de leche
- 500 ml de nata para montar
- 40 gr de azúcar glass o vainillado
- Virutas de chocolate negro o cacao en polvo
- Crocanti de almendras(opcional)


PREPARACIÓN:
    Empezamos elaborando la base, para ello pulverizamos las galletas en el Thermomix o con un rodillo y las pasamos a un bol.
Calentamos la mantequilla en el microondas durante un minuto para que se funda y la volcamos en el bol de las galletas desmenuzadas. Mezclamos bien hasta conseguir una masa uniforme.
Colocamos el aro de un molde desmontable en el plato en el que vayamos a servir la tarta. Echamos dentro la masa de galletas y aplastamos bien hasta cubrir todo el fondo.
Metemos el molde en la nevera durante, al menos, media hora para que se endurezca la base.

Pelamos y cortamos los plátanos en rodajas y cubrimos con ellas toda la base de galletas.

Repartimos por encima del plátano el dulce de leche. Yo lo hice, como ya os he explicado en alguna otra ocasión, hirviendo el bote cubierto de agua durante una hora. Lo hice la noche anterior y por la mañana ya se había enfriado y estaba listo para utilizarlo.

Ahora montamos la nata. Recordad que debe estar muy fría, no congelada, para que se monte bien (yo la monto con el Thermomix). Cuando ya esté firme le añadimos el azúcar glass o vainillado. Removemos con cuidado hasta integrarlo.La echamos sobre el dulce de leche y nivelamos con una espátula.

La dejamos en la nevera hasta el momento de servirla. Entonces retiraremos el aro con cuidado y decoraremos con virutas de chocolate negro o cacao en polvo. Esto es lo habitual, yo le añadí crocanti de almendras porque me pareció que le quedaba bien y no me equivoqué.

Os aseguro que es un auténtico placer para el paladar.