Tarta de pasta a la boloñesa

    Lo que os voy a detallar a continuación, más que una receta es una forma de presentación. Mi afición por las tartas ha llegado hasta aquí. Yo he preparado la pasta con salsa boloñesa, pero podéis adaptar esta presentación a la salsa que más os guste, siempre que no sea muy líquida. De la misma manera que podéis cambiar el tipo de pasta, siempre que se mantenga en pie. De hecho yo utilicé una pasta que se denomina "paccheri" y creo que quedaría mejor con "rigatoni", que son más pequeños. Del mismo modo, no os recomiendo que lo hagáis con macarrones ya que sería una "tarea de chinos" llenar el molde con ellos debido a su tamaño.

INGREDIENTES:
- 600 gr de carne picada al gusto
- 2 botes de tomate frito casero
- 500 gr de la pasta elegida
- 25 gr de parmesano rallado
- 65 gr de emmental rallado
- albahaca, orégano, pimienta negra y sal


PREPARACIÓN:
    Hervimos la pasta en abundante agua salada, pero un poco menos de lo que aconseje el fabricante, ya que después irá al horno, así evitaremos que se ponga demasiado blanda. Por ejemplo, la que yo utilicé el fabricante recomendaba hervirla durante 16 min. y yo la herví 14 min.
Una vez hervida, la escurrimos y la pasamos a un bol. Le añadimos un poco de mantequilla y el parmesano rallado. Removemos bien.

Untamos de mantequilla un molde desmontable y vamos colocando dentro la pasta. Os aconsejo que empecéis por los bordes y vayáis haciendo circulos hacia el centro. Si alguna pieza de pasta se os rompe la podéis colocar por el interior y no se notará.

Ahora preparamos la salsa boloñesa. Yo os voy a explicar cómo la hago yo, adaptada a los gustos de mi familia, por ejemplo sin cebolla, pero seguro que ya sabéis hacerla.
Cubrimos el fondo de una sartén amplia con aceite de oliva virgen extra, la ponemos a fuego medio y cuando esté caliente el aceite echamos la carne y la cocinamos. Salpimentar.
Cuando esté hecha añadimos el tomate frito. Removemos y especiamos con la albahaca y el orégano. Probamos y si estuviera ácido echamos un poco de azúcar.

Vertemos la salsa por encima de la pasta, intentando que entre en el hueco de la pasta para que se reparta por todo y no sólo por arriba.

Cubrimos con el queso emmental rallado.

Y gratinamos en el horno hasta que se dore.

Retiramos el aro del molde y servimos.

Es una forma de darle un aire nuevo a un plato tan conocido.